Esta historia está basada en hechos reales. Cuenta de una niña nacida en un pueblo rural de Republica Checa llamado Kurim, en ese lugar nació una niña llamada Barbora Skrolova, la pequeña sufría de una extraña enfermedad, son muy pocos los casos en todo el mundo de hipopituirismo. Debido a ese padecimiento, Barbora tuvo una niñez bastante horrible y traumática, porque tenía que ir de hospital en hospital, haciéndole diagnósticos y suministrándole demasiados medicamentos. Lo más impactante de todo es que Barbora estaba condenada a tener el aspecto de una niña de trece años de edad por el resto de su vida.

Cuando Barbora llegó a la etapa de la adolescencia, tuvieron que internarla puesto que tenía muchas actitudes extrañas, presentaba comportamientos de una persona psicópata y suicida, no obstante eso a los dieciocho años de edad, logró escapar del lugar de cuidado y pensando en su siguiente plan, se hizo pasar fácilmente por una niña lastimada y abusada por sus familiares, teniendo que huir por esos maltratos.

Con el pasar de los días el plan de Barbora iba a toda marcha, encontró un par de hermanas, Klara y Katherina Maureova, Klara conoció a Barbora mientras estudiaba pedagogía en la universidad. Barbora les contó de los abusos y maltratos que vivió. Las hermanas conmovidas, quisieron darle un espacio en su casa y cuidar de la extraña.

Las dos hermanas divorciadas de los maridos, también tenían hijos, y no solo eso. Ellas sufrieron en el pasado y tenían un historial de enfermedades mentales, solo controlada por medicamentos. Con el pasar de los meses Barbora quiso que las hermanas se unieran a una secta religiosa llamada “Movimiento Grial”. Este morboso grupo religioso, animaba a las familias a tener relaciones sexuales de incesto y a grabar pornografía infantil, todo esto incitado por la niña maldita. Las hermanas seguían con Barbora en el movimiento religioso, convencidas que estaban haciendo todo por Dios.

Las mujeres terminaron encerrando a sus hijos en jaulas con cámaras de vigilancia, pasando días sin comer, y sometidos a espeluznantes torturas, les quemaban la piel y hasta les cortaban parte de sus orejas para luego comerlas, asi permanecieron los niños por semanas, durmiendo bajo su propio excremento y mutilados de sus pequeñas extremidades.

Barbora guardaba en una pequeña cajita fotos de los bebes torturados, donde se veían sus partes intimidas cortadas, después los pintaba con pintura fluorescente donde solo se podían ver con la luz. Lo más macabro es que por fuera parecía un ángel y por dentro era una niña maldita, con una mente retorcida.

Con el pasar de las semanas los vecinos empezaron a sospechar, algo extraño estaba ocurriendo, por lo que preocupados empezaron a averiguar y descubrieron una historia de terror, un horrible crimen. Los vecinos pasaron por la parte inferior de la casa, espeluznantes llantos sin aliento. En seguida llamaron a la policía, estos cuando llegaron se dieron cuenta de la macabra historia, las autoridades llegaron al lugar y encontraron a los dos niños en una jaula y fuera de la jaula estaba otra niña, que lloraba asustada y afligida, por lo que las dos hermanas habían hecho.

La tercera niña era Barbora, que cambio su identidad por “Anika” se negó a todo y manipuló para salir ilesa del atroz y macabro delito. La policía enjuició a las hermanas, pero al seguir investigando el caso, descubrieron varias anomalías en las historias; asi se dieron cuenta de la verdadera identidad de Anika que en realidad era Barbora.

Lastimosamente ya era muy tarde, puesto que ella logró escapar y según se le había visto tomando un tren para Noruega y después de todo la perdieron de vista. Pasaron meses y Barbora se hizo pasar por un adolescente de catorce años. Engordando de varios kilos, se cortó el cabello y se transformó de identidad haciéndose llamar por Adam.

Esta vez se hizo pasar por una niña huérfana; un día una familia con ganas de adoptar una niña por una pérdida de la madre quisieron visitar los institutos. El hombre de la familia que ya tiene un niño de diez años, se pudo dar cuenta de la niña que era distinta a las demás, retraída y muy inteligente, y no quería jugar con los demás niños, prefería estar sola, pintando.

Barbora la niña maldita, logró persuadir a la familia y la adoptaron. Con el pasar de los meses el plan de Barbora era ir a los cuartos de su hermanastro y a escondidas amenazarlo o matarlo, para después enterrarlo en un lugar lejano. Él había descubierto las fotos que ella tenía guardadas, y las pinturas fluorescentes, con apagar la luz del cuarto él al ver que las pinturas armoniosas en realidad representaban el hogar en llamas, la mama acuchillada el piso lleno de sangre, experimentos de pájaros torturados con alfileres se alarmó.

Barbora quería acuchillar a su hermanastro para después matar a la mamá adoptiva, pero solo logró forcejear con él y lo empujó por las esclareas. Entró en coma pero en eso la mamá llamó la ambulancia y lo llevaron rápido a la clínica. Barbora los acompañó, y estando en la clínica casi logra asfixiarlo con una almohada. La mamá y el papá pudieron ver el hecho y llegaron a salvar a su hijo llamaron a la policía. Un estudio de la policía en seguida reveló que la “niña” psicópata, en realidad no era una niña era una mujer de treinta años, con un pasado macabro. Lo peor fue que Barbora, la niña maldita, logró escapar por tercera vez.

Con el tiempo las hermanas del primer suceso lograron despertar de su trance y contaron su versión, que cuenta que Barbora, las había hipnotizado para que cometieran esos delitos, siendo así Klara condenada por sus crímenes a 12 años de prisión, Katherina a 10 años y Barbora a cinco años por ser autora intelectual. Sklorva apeló en 2011 y quedó en libertad, hasta el día de hoy se desconoce dónde puede estar. Algunos aseguran que esta en estados unidos, donde supuestamente sigue viviendo, y quien sabe cuántos otros planes macabros tendrá para las demás familias.